En el Yoga, como en la moda, surgen nuevas tendencias y modelos interesantes a adoptar, o al menos, atractivos para probar, el Yoga Acuático es uno de los ejemplos actuales, porque se trata de una moderna y novedosa técnica que ha llegado para no marcharse.
El Yoga Acuático es una nueva modalidad yoguica que nació especialmente para ser practicada en el agua. Como disciplina física, propicia una conjunción perfecta entre los beneficios que el Yoga y la gimnasia en el agua ofrecen por separado.
Aqua Yoga, como también se denomina a la disciplina, surge como un programa terapéutico, que se sustenta en la combinación de movimientos y posturas yoguicas en el entorno acuático.
¿Cuál es el objetivo del Yoga Acuático?
En esta novedosa técnica yoguica, el objetivo perseguido es guiar al individuo a la oxigenación profunda, pero por sobre todas las cosas, coordinada y controlada. Mediante el conjunto de movimientos específicos, la rotación de extremidades y la flexión, los beneficios que obtendrá el practicante son muchos.
¿Qué clase de beneficios ofrece el Aqua Yoga?
En el Aqua Yoga se evidencian múltiples beneficios, precisamente, por la conjunción de las asanas o posturas yoguicas en un entorno tan propicio como el agua. En principio, la técnica permite que se relaje el sistema nervioso del individuo, esa relajación también se produce en todo el organismo, mejorando por ejemplo, problemas de insomnio y reduciendo el estrés, dos de las causas más comunes de consulta en los consultorios médicos.
A ello debemos agregar el fortalecimiento de la función cardiovascular y la reducción de la presión arterial alta. Este es un motivo por el que muchas personas mayores principalmente, encuentran en esta actividad interesantes motivos para animarse a probar alguna clase.
No podemos dejar de mencionar la influencia que el Yoga Acuático ejerce sobre los músculos y articulaciones, concretamente, la disciplina aumenta tanto la resistencia, como la fortaleza muscular, ayudando también a mejorar la flexibilidad y movilidad y potenciando la coordinación motora del cuerpo.
La postura es otra de las áreas favorecidas con la técnica yoguica en el agua, y por supuesto, no debemos dejar de mencionar, la influencia que ejerce en la concentración y atención de las personas.
Pero ante todo, el Yoga Acuático se ha convertido en una actividad “de moda”, porque además de los innumerables beneficios que ofrece al cuerpo y la mente, se trata de una técnica placentera para quien la realiza.
¿En qué consiste una clase de Aqua Yoga?
Aquellos que todavía no han podido disfrutar de una clase de Yoga en el agua, deben saber que la actividad se realiza en piscinas climatizadas, con una temperatura promedio de entre 34 y 36 grados en invierno, mientras que en verano será de entre 20 y 25 grados. El instructor colocará una música de fondo suave para generar el clima de relajación que la técnica requiere.
Se suele comparar la estructura de la clase de Yoga Acuático, con las prácticas convencionales de Hatha Yoga, puesto que en la primera, al igual que en la segunda, se incluyen actividades de control de la respiración, secuencia de asanas, que en este caso son adaptadas al agua, y generalmente, se termina con una meditación final.
¿A quiénes está dirigida la disciplina?
A cualquier persona que desee trabajar con el equilibrio, la concentración y la respiración, los tres ejes centrales de la disciplina. Dado que la técnica puede realizarse con fines diversos, ya sea terapéuticos, como dijimos con anterioridad, recreativos o preventivos también. Por ello, desde niños a adultos mayores, cualquier individuo que desee acceder a una técnica integral en la que se trabaje tanto con el plano físico, como el mental, encontrará en el Yoga Acuático, lo que tanto busca.