Dentro del vasto universo comprendido por el Yoga, existen distintos tipos o ramas de esta disciplina, algunas son más populares que otras y mucho más antiguas. El Tantra Yoga quedaría englobado dentro de esa categoría de técnicas sumamente reconocidas, pero al mismo tiempo, de las que tienen mayor trayectoria.
Existe una creencia acerca de esta disciplina yoguica, la cual se ha difundido con fuerza en todo occidente, sin embargo, no es esta la única manera de apreciar la técnica o de entender al Tantra Yoga. Esta tendencia hace referencia al entendimiento del Tantra como un sistema de prácticas sexuales, que tienen como objetivo liberar o despertar el caudal de energía Kundalini en las personas, sin embargo, esta clase de técnica se conoce bajo el nombre de Neotantra.
Aunque tampoco podemos decir que está del todo errada la interpretación del Tantra Yoga, dado que esta técnica está pensada para aprender a controlar y al mismo tiempo aprovechar, todas las energías. En ellas quedan incluidas la energía sexual y la energía del amor, sin embargo, no son exclusivas en la técnica. El aprovechamiento y control de la energía debe hacerse de manera consciente.
El término Tantra se entiende como tejido, también hace referencia al rasgo esencial o característico, armazón, entre otros. En tibetano, el vocablo Tantra tiene su equivalente en rgyud y significa continuidad, por ello se suele decir que en realidad, cuando se habla de Tantra su significado encierra la afirmación “continuidad de la sabiduría” o “continuidad de la luminosidad”. Por supuesto esto entendido como la sabiduría de la vida.
El Tantra Yoga debería ser interpretado como un sistema de conocimiento, una ciencia esotérica que se encarga de estudiar al universo todo, comenzando por el ser humano y su cuerpo físico, emociones y pensamientos. De ahí se desprende que esta técnica interpreta al universo como un gran tejido en el que todas las partes están conectadas de algún modo. Hay un aforismo que describe perfectamente este punto: «Lo que está aquí, está por doquiera, lo que no está aquí, no está en ninguna parte.» (Kularnava Tantra).
En el Tantra Yoga el protagonismo pareciera residir en el uso y control de la energía, como bien se postula en esta disciplina, la energía que nace de la pasión y el deseo, no debe ser eliminada, sino que debe ser controlada.
El objetivo que se propone esta disciplina es básicamente, reintegrar al individuo en la consciencia primordial, para lograr ese objetivo propuesto, se vuelven necesarias herramientas esenciales como la energía, es este precisamente, el vehículo a través del cual la consciencia del individuo se podrá unir a la divinidad, esto es lo que se conoce como despertar. El Tantra Yoga apela de esta forma, a la iluminación del individuo, la liberación en pleno estado de consciencia.
La práctica de esta técnica requiere de cierta preparación por parte del practicante, esto implica que el alumno ya haya atravesado por algunas disciplinas yoguicas que trabajen específicamente la liberación de Kundalini (energía). Para comenzar a practicar Tantra Yoga, es necesario saber que se trabajará con distintas asanas o posturas, que es posible que se reciten mantras, la respiración y el control de la misma (pranaiama) será fundamental, así como el trabajo con las visualizaciones guiadas.
Sin embargo, en el Tantra Yoga, todo el protagonismo lo obtiene la respiración, el control de este elemento será la clave para entender que ese simple impulso de nuestro respirar indicará renovación, no sólo para quien practica la técnica, sino además para todo el universo. El simple acto de la respiración ofrece beneficios emocionales, terapéuticos y físicos notables y el Tantra apela a ello también para trabajar la energía en cada ser.
Como toda técnica del Yoga, el Tantra no hace más que dejarnos enseñanzas para la vida diaria, pero además, enseñanzas que podrían transformar nuestra vida en todos los sentidos.