En una época de tanto estrés y presiones sociales como la actual, encontrar alternativas de relajación y conexión con lo placentero, con lo natural y lo armónico, resulta sumamente provechoso. Desde un tiempo a esta parte se han dado a conocer diversos métodos que pueden ser de ayuda en tal caso, cuando de darle descanso a la mente se trata, el Yoga surge como uno de los mejores aliados.
El Yoga es una disciplina que apuesta al perfecto equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma, por eso se apela a determinadas técnicas que involucran lo físico, lo mental y emocional, en tal sentido, existe una rama especifica de esta disciplina que nos invita a alcanzar estados de relajación y meditación profundos, capaces de alejar el estrés y ansiedad, esta clase de técnica lleva por nombre Yoga Nidra.
El Yoga Nidra resulta ser un método capaz de situarnos entre la vigilia y el sueño, lo que se define como un estado de sueño con total lucidez. Es esta, una técnica entendida como la puerta de ingreso hacia el Samadhi, lo que no es más que la experiencia de meditación plena.
Como toda técnica en la que se conjuga relajación y meditación, en el Yoga Nidra es necesario seguir correctamente los pasos indicados, para atravesar por todas las etapas que esta práctica requiere, estás son exactamente diez y, si no se tienen conocimientos previos acerca de los tiempos oportunos, lo ideal es acudir a un yogui que se encargue de guiar. Hay quienes quizás tienen más experiencia en el mundo del Yoga y bien pueden guiarse con alguna grabación. Esta técnica, como todas, requiere de cierto tiempo de práctica, una vez que se aprende el método, es posible hacerlo solo, sin la ayuda de un maestro o grabación.
Ahora bien, ¿existe algún momento del día ideal para practicar Yoga Nidra? Esta suele ser una pregunta muy común acerca de este tema, ¿cuándo se vuelve más propicio emprender este método de relajación y meditación?
Sobre ello, podemos decir que la recomendación siempre suele estar asociada a dos momentos claves del día: mañana y noche. Por supuesto que esto obedece a una razón especifica y esa no es otra que el estado del cuerpo y la mente en ambos horarios.
Por la mañana, influyen varios factores que transforman a ese momento como el ideal para practicar Yoga Nidra. Esto se debe a que al dormir el cerebro suele quitar algunos pensamientos estresantes y negativos de la cabeza, permitiendo cierta calma, algo que repercute en un despertar fresco, receptivo y con mayor concentración frente a cualquier planteo.
Al mismo tiempo, practicar Yoga Nidra por la noche, antes de acostarse a dormir, también puede resultar fructífero, teniendo en cuenta que al llevar a cabo esta técnica, se alcanza un grado de relajación significativa, y es esto lo que favorece a un sueño profundo, un sueño que realmente refresque la mente. De hecho, se asegura que practicar tan sólo una hora diaria de Yoga Nidra, equivale a cuatro horas de sueño reparador, lo que nos lleva a necesitar menos hora de descanso, con lo cual, la noche resultaría también un buen momento para realizar este método de relajación.
Claro que esta técnica no es exclusiva de la mañana y de la noche, dado que hay muchas personas que no tienen disponibilidad para practicarla en esos momentos. La recomendación es que siempre se intenta llevar a cabo en el mismo horario, para alcanzar cierta regularidad.
Si se escoge otros momentos del día, como la tarde o al caer el sol por ejemplo, el Yoga Nidra servirá como una técnica de meditación, pero además, como un método para reponer las energías perdidas o quitarse el estrés de la jornada.
Podríamos concluir diciendo que cuando se trata de conectarse con uno mismo y con sensaciones plenas, relajantes y positivas para el cuerpo, la mente y el alma, mañana, tarde o noche, cualquier momento del día será bueno.