El siglo XXI posee características que lo definen como una era de cambios, no se trata sólo de innovaciones tecnológicas, sino de transformaciones que van más allá. Hoy el ser humano está experimentando, de manera progresiva, una mutación desde adentro, hacia afuera. El término “espiritualidad” ocupa más veces y en mayor proporción el protagonismo en debates en todas las esferas de la sociedad, y se conocen cada vez más disciplinas dispuestas a conectarnos con esa condición interna que puede cambiarnos la vida.
En ese contexto, el Yoga surge como una tendencia cada vez más adoptada por numerosas personas en todas partes del mundo. El Yoga se conoce como una disciplina que conjuga lo físico y lo mental, para lograr resultados positivos para el alma, mente y cuerpo. Esta clase de método proviene de la India y siempre se ha relacionado a la cultura oriental, sin embargo, hoy en día, cada vez más occidentales sucumben ante esta clase de corriente.
Dentro del Yoga conviven muchas diferentes ramas y técnicas específicas, el Yoga Nidra es la que hoy nos ocupa.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a Yoga Nidra? Yoga Nidra es una técnica de relajación y meditación, esta debe su origen a una antigua corriente tántrica llamada Nyasa. Fue precisamente, el yogui Swami Satyananda Saraswati quien se encargó de darle vida a la técnica Nidra, adaptando a nuestro tiempo practicas milenarias que apostaban a la conjunción de la relajación en el plano físico, mental y emocional.
Saraswati aprendió estas técnicas empleadas en el Yoga Nidra, pero con rituales más complejos, sin embargo, la virtud de este yogui fue simplificar el método, pudiéndolo adaptar al pensamiento occidental, para que cualquier persona, incluso recién iniciados en el mundo del Yoga, pudieran introducirse en estas prácticas.
El término Yoga Nidra se traduce como sueño consciente o sueño psíquico, dado que esta técnica establece un punto medio entre el hecho de estar despierto y el sueño mismo. Dormirse al llevar a cabo esta técnica se entiende como un error, ya que se apuesta a un estado de conciencia en la persona que se somete a este método y, básicamente, estar dormido sería perder ese estado de conciencia que en realidad propone el Yoga Nidra. Por ello, se dice que es un estado entre la vigilia y el sueño, en la frontera, cruzar a cualquiera de los dos extremos no sería proceder correctamente en esta técnica.
El esquema que plantea el Yoga Nidra, es ir desde lo exterior y físico, hacia el interior. Para alcanzar el estado de relajación propuesto por esta práctica, es necesario que la conciencia pueda separarse de la experiencia por la que atraviesan los órganos sensoriales y el sueño, esto es lo que permitirá que la mente alcance un estado de calma absoluta.
Alcanzar un estado consciente semejante es lo que puede darnos lugar a optimizar nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo, esto es producto de una reestructuración mental significativa, al tiempo que también se aumenta la capacidad de concentración, de creatividad, de conocimiento y de desarrollar nuestra memoria, entre otros aspectos.
Algunas de las técnicas empleadas en el Yoga Nidra son las clásicas Antar Mouna, que significa el silencio interior, Rotación de la Conciencia, técnicas de respiración englobadas en el Pranayama o visualizaciones.
Generalmente, se recomienda que quienes se inician con esta práctica de Yoga, comiencen teniendo la guía de un yogui específico, luego se puede continuar con una grabación clara que indique paso a paso cada etapa de este método y, finalmente, cuando ya se tenga experiencia y conocimientos en los tiempos del Yoga Nidra, se puede realizar en soledad.
Según Saraswati, el propio impulsor de esta técnica, practicarla durante una hora, equivale a cuatro horas de sueño reparador, quizás entonces, esta sea la respuesta a todos aquellos que necesiten un merecido descanso para la mente, cuerpo y alma.