Muchas veces se habla de la medicina y su poder para prevenir diferentes malestares en un determinado paciente. Porque pensar en términos de salud, es no sólo pensar en curar, sino también en prevenir una enfermedad. Es precisamente, en este punto, en el que se concentra la medicina Ayurveda, ofreciendo beneficios notables, ya no sólo en busca de la sanación, sino también, en busca de la prevención.
Este sistema es uno de los más antiguos, y por supuesto, el paso del tiempo ha hecho maravillas en su gestión, habiéndose perfeccionado al punto tal de ser considerado por la Organización Mundial de la Salud, como un sistema médico tradicional, aunque aún sea entendido, en numerosas regiones del planeta, como una de las tantas medicinas alternativas modernas.
Sin embargo, lo que se ignora en esta apreciación, es que la medicina Ayurveda es en realidad, uno de los más antiguos sistemas médicos, más de 5.000 años en su haber dan cuenta de ello. Este nació en la India, y desde allí, hoy se ha expandido a distintas latitudes.
Quizás el protagonismo que ha alcanzado en la actualidad, se deba al hecho de haber demostrado ser capaz de ofrecer innumerables beneficios a quienes suscriben a esta clase de medicina, y es precisamente en este punto, en el que hoy queremos concentrarnos en este artículo.
La medicina Ayurveda se concentra en trabajar con el paciente entendiéndolo como una conjunción entre el cuerpo, la mente y las emociones. Esto posibilita que el médico pueda determinar un tratamiento personalizado para cada uno de sus pacientes, de acuerdo a su tipo de constitución biológica, lo que se conoce en la filosofía de la medicina Ayurveda como Dosha. Cada Dosha, es decir, Vata, Pitta y Kapha, se constituye como un humor. Estos tres humores conviven en una persona, sin embargo, uno de ellos siempre predomina, el desbalance que se produce entre los tres, es lo que ocasiona los malestares y enfermedades.
Es por este motivo que desde la medicina Ayurveda, se apuesta a la búsqueda del equilibrio, teniendo en cuenta ese desbalance propio de cada ser, lo que implica un trabajo exhaustivo con los aspectos físicos, mentales y emocionales del paciente.
Este es uno de los principales beneficios que la medicina Ayurveda ofrece: la integración de la persona en un todo. Así como también, el entendimiento de este ser de manera precisa y detallada, sin generalidades, que son las que muchas veces, le dan vida a tratamientos erróneos. El hecho de trabajar con los desbalances de Doshas que ocasionan la enfermedad, permite eliminar la causa y origen de la misma, los resultados de esta clase de tratamiento serán permanentes y no momentáneos, como aquellos métodos de la medicina tradicional que actúan de acuerdo a los síntomas.
Por otra parte, la medicina Ayurveda postula el autoconocimiento, dado que esto se entiende como el único camino en pos de alcanzar el verdadero equilibrio interior, lo que será la garantía real de que el paciente podrá actuar para prevenir y no sólo para curar una enfermedad.
Conocer la constitución biológica o humor que habita en uno mismo, permitirá además, elevar la autoestima, así como la confianza. También posibilitará desarrollar la capacidad de intuición y percepción, a través de los sentidos, cuando algo no está funcionando como debiera en nuestro propio organismo. Se alcanza con ello, el fortalecimiento del sistema inmunológico y de la actividad de nuestra mente, potenciando nuestro caudal de energía y creatividad.
La medicina Ayurveda permite entender la importancia de la búsqueda de la armonía interior, aliviando el estrés y la ansiedad, despidiendo de esta forma, conductas claramente nocivas para cada persona.
El hecho de conocer el desbalance de Doshas que cada uno posee, también permite entender cuáles son las medidas pertinentes para normalizar los niveles, modificando hábitos que quizás resultan dañinos, e incorporando otros que podrían cambiar nuestra vida, potenciando el bienestar general, es decir, estar en armonía tanto física, mental como emocionalmente.