Creada en el año 1997, Anusara es una técnica de Yoga moderna. El instructor John Friend fue el encargado de darle vida a este sistema que apuesta por la conjunción de la filosofía del Tantra, aquella que habla de la bondad innata, con los Principios Universales de Alineamiento, todo lo que queda sustentado por la armonía del corazón. Se dice que esta técnica de Yoga implica la celebración del corazón y por ello se apuesta a dejar este aspecto como protagonista absoluto de todas las acciones.

Cuando hablamos del término Anusara, nos estamos refiriendo a un vocablo que proviene del sánscrito y se divide en “Anu”, interpretado como lo individual, el alma y por otro lado, “sara” es definido como esencia, fluir, corriente. Todo ello es lo que determina que Anusara sea entendido como “fluir con la gracia” o simplemente, “seguir al corazón”. En ello también reside la explicación de la importancia que tiene para esta técnica Yoga, el corazón.

La filosofía de la práctica Anusara está relacionada a la filosofía Tántrica, y postula que el Universo, tal como se presenta ante nuestra mente y sentidos, es simplemente la manifestación de lo divino, y por ello es entendido como una bendición. Sin embargo, esto no se limita al Universo, sino que las personas, cada uno de nosotros, también somos vistos como creaciones divinas, teniendo la característica de la bondad esencial en cada uno de los aspectos que nos conforman: cuerpo, mente y espíritu.

Aunque el Yoga Anusara entiende que existen desviaciones en el camino y diferencias en cada persona, la técnica apela al entendimiento y fundamentalmente, a la aceptación del mundo tal cual es, y con ello la aceptación de cada uno tal cual somos. Por lo que se aboga por abrir el corazón al momento presente, quizás sea a este aspecto al que se refiere el Anusara, cuando hace hincapié en “seguir al corazón”.

Es precisamente, la filosofía Tántrica de bondad innata, uno de los fundamentos al momento, tanto de enseñar Anusara, como de practicarla. Por este motivo, un maestro yogui de Anusara debe apelar a enseñar al practicante a ver la bondad en todas las cosas y principalmente, en si mismo. En la práctica de esta técnica no se intenta corregir o arreglar el alineamiento del practicante, sino de ayudarlo a que este descubra su belleza y al mismo tiempo, su carácter divino. Este Yoga apuesta a estimular la autoestima del individuo.

Para llevar a cabo esta clase de disciplina, no será necesario poseer ningún tipo de experiencia o nivel en el área del Yoga. El inicio de la práctica se da con una invocación mental de devoción, hacia el espíritu del Universo que habita en el interior de cada ser y que lo rodea.

También entran en juego los Principios Universales de Alineamiento, los cuales se deben aplicar en cada ásana. Estos son: actitud, alineamiento y acción y básicamente, establecen que cada postura debe realizarse con una cierta intención clara, la cual está conectada a estos principios.

Todos los movimientos y posturas dentro del Yoga Anusara se realizan desde afuera hacia adentro y deben ser coordinados de manera clara por la respiración. Se reconocen más de 250 posturas que se emplean en la práctica de esta técnica y siempre al finalizar, se toma un momento de silencio y meditación de la experiencia propia de la práctica.

El objetivo claro que persigue el Anusara, es conseguir que quien lleve a cabo este tipo de Yoga, al concluir con la práctica, haya podido identificar la belleza y bondad que habita en su ser, pero también, la que habita en los demás y en el Universo todo. Cargados de energía y con plena consciencia de la naturaleza divina que está presente en todas las cosas.