La Vitamina D, también conocida como calciferol, participa en diferentes procesos que intervienen en el crecimiento y en el desarrollo corporal. Aunque la mayoría de las vitaminas que consumimos aparecen en los alimentos que elegimos ingerir en mayor o menor medida, el caso de esta es particular, ya que la absorbemos en más cantidad y calidad cada vez que nos exponemos -cuidadosamente- al sol. Por esto, las personas que viven en regiones donde abunda la luz del día jamás sufrirán su déficit y, al contrario, quienes residen en zonas que carecen de sol, pueden padecer su falta y deben suplirla con complementos dietarios o alimentos ricos en ella.
Entre los beneficios de la Vitamina D se destacan la protección y el fortalecimiento de los huesos, dientes y uñas, la mejor absorción del calcio y la fijación del fósforo, un crecimiento sano y algunas características vinculadas a la salud mental, fundamentalmente en la vejez. Otros beneficios de la Vitamina D están relacionados a la prevención de enfermedades asociadas a la falta de calcio, por ejemplo la osteoporosis, ya que cuando esta escasea en el organismo, el cuerpo busca paliar su falta quitándola de los huesos. Además, colabora en la producción de hormonas, mantiene en buen estado a los vasos sanguíneos, propicia un buen funcionamiento del sistema nervioso y participa en la conciliación del sueño, en el buen funcionamiento del aparato gastrointestinal y cardíaco y en la tonificación muscular.
Para disfrutar de los beneficios de la Vitamina D en zonas donde es posible acceder a la exposición al sol, es recomendable estar en contacto con él al menos treinta minutos al día, siempre con la protección adecuada y dentro de los horarios establecidos por los expertos en dermatología. Aquellas personas que por razones geográficas o patológicas no pueden exponerse al sol, pueden hallar Vitamina D -aunque en menor medida- en algunos alimentos, tales como lácteos, salmón, sardinas, yemas de huevo, cacao, girasol, aceite de hígado de bacalao y aceite de hígado de halibut. Además, se puede encontrar en suplementos dietarios en los cuales suele estar asociada al calcio y a otras vitaminas.
Así es que ya sabes, tomar sol todos los días permite disfrutar de todos los beneficios de la Vitamina D además de recargar las energías para continuar con la jornada. Para absorber esta Vitamina no es necesario tirarse en una playa en traje de baño, con realizar una caminata o sentarte en una plaza o en el jardín basta, ya que ingresa perfectamente al organismo por la piel del rostro y de los brazos. Si comienzas a tener repentinamente caries, problemas en la vista y nerviosos, así como musculares y/o articulares, acude a tu médico, es posible que no estés absorbiendo correctamente esta peculiar vitamina.