Entender que uno de los caminos para tratar las dolencias del cuerpo, la mente y el alma puede residir en el Yoga, es aprender que el ser humano debe ser comprendido en todos y cada uno de los aspectos que conforman su persona. Si bien el Yoga postula que el cuerpo es sólo lo material y que es un envase para nuestra alma, el cual abandonaremos sin tapujos al marcharnos de esta vida, lo cierto es que es preciso saber que en el proceso por el cual ese cuerpo permanece en este mundo, se vuelve protagonista y es por ello muy válido aprender a cuidarlo y principalmente, a entenderlo.
Así llegamos al punto que queríamos llegar, saber cómo beneficia el Yoga nuestro cuerpo y mente, cambios positivos que fácilmente podemos sentir con sólo animarnos a escuchar a nuestro cuerpo y lo que este nos pide.
Los beneficios del Yoga para con nuestro estado físico y orgánico, son notables. Para comenzar, debemos establecer que no todas las ramas del Yoga son iguales y que por ello, no todas las prácticas o clases basadas en esta disciplina implicarán el mismo tipo de ejercicios, encontrando por ejemplo, que algunas apuestan a actividades más meditativas y otras al trabajo del cuerpo con asanas y ejercicios específicos, que nos obligan a trabajar la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza, todo en perfecta combinación con el control de la respiración.
De ello se extrae que uno de los más notables beneficios físicos del Yoga es la flexibilidad. Las diferentes posturas que se practican en la disciplina, ayudan a estirar los músculos y en realidad, todos los tejidos blandos del cuerpo. Con ello, no sólo se alejará el dolor, la tensión y rigidez, sino que se aportará mayor fluidez para los movimientos a cada parte del cuerpo, y por supuesto, mayor ligereza, lo que te hará adoptar una flexibilidad que quizás nunca antes se había experimentado.
Por otra parte, entre los beneficios del Yoga para tu estado físico, podemos decir que el cambio en la tonicidad de los músculos es notable, dado que además de fortalecerlos, la práctica les aporta flexibilidad y los relaja, lo que evita la tensión de áreas especificas, las cuales en la cotidianeidad, pueden verse y sentirse tensas e incluso pueden causar dolor.
Los huesos del cuerpo también son favorecidos con los beneficios físicos del Yoga, porque sostener esta actividad en el tiempo, permitirá mantener en movimiento las articulaciones por ejemplo, previniendo posibles enfermedades degenerativas como la artritis. También se podrá mantener la columna vertebral sana si se practica Yoga de manera regular.
Dado que una de las características de la práctica de esta técnica, es el trabajo con la respiración, incluso en algunos tipos de Yoga el ejercicio principal se desarrolla teniendo en cuenta este aspecto, lo que se conoce como pranaiama, la mejora con respecto a la función respiratoria será notable luego de algunas clases de Yoga. Esta antigua disciplina enseña a respirar y por ello, es importante tenerla en cuenta si se tiene alguna dificultad o enfermedad respiratoria crónica como el asma por ejemplo.
El aparato circulatorio también gozará de los beneficios del Yoga, en este caso, debemos decir que además de impulsar a un mejor ritmo de circulación de la sangre en el cuerpo, se conseguirá fortalecer el corazón, e incluso, para quienes sufran afecciones como la hipertensión, les será muy provechosa la práctica de Yoga para poder disminuir la presión arterial alta.
Ante la pregunta inicial acerca de cómo beneficia el Yoga nuestro cuerpo y mente, no podemos dejar de decir que el alivio del dolor, la relajación, la mejora del equilibrio, el aumento de defensas y de la energía, también serán parte de los logros de esta disciplina que a estas alturas, ya nada tiene que demostrar, porque sus beneficios son evidentes.